lunes, 30 de julio de 2012

A 138 años

El 30 de julio de 1874 se crea la Escuela Normal de Maestras de la Provincia de Buenos Aires. Firman el decreto el Gobernador, don Mariano Acosta, y su ministro, Amancio Alcorta

Funciona en la Quinta de Cambaceres, Av. Montes de Oca 9 (barrio de Barracas) hasta 1880, en que se muda a la manzana que hasta hoy ocupa. Es su primera Directora la Sra. Emma Nicolay de Caprile.



En 1875 se inaugura el Nivel Primario y en 1876, se funda su Biblioteca Estímulo Argentino. Un año más tarde, concluye sus estudios la primera promoción de Maestras. Entre ellas: Cecilia Grierson (primera médica argentina) y Máxima Lupo (primera directora argentina de nuestra Escuela).
Federalizada Buenos Aires, en 1881, pasa a denominarse Escuela Normal de Maestras de la Capital, para ser, a partir de 1887, Escuela Normal de Profesoras de la Capital y, desde 1914, Escuela Normal de Profesoras N°1 "Pte. Roque Sáenz Peña". En 1991, al incorporar la intensificación en idiomas, adquiere su denominación actual Escuela Normal Superior de Profesorado Nº 1 en Lenguas Vivas “Pte. Roque Sáenz Peña".
En 1888 comienza a funcionar el Jardín de Infantes.

2 comentarios:

Susana G. dijo...

Un lujo haber estudiado en esa noble institución

Leticia dijo...

El Instituto Superior para la educación de las mujeres más antiguo del país fue fundado el 30 de julio de 1874 por el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Dr. Mariano Acosta, con el nombre de "Escuela Normal de Maestras de la Provincia". Tuvo como primera sede el edificio central de una quinta en el barrio de Barracas. Al federalizarse Buenos Aires, pasó a depender de la Nación con el nombre de "Escuela Normal de Profesoras de la Capital", al que se le agregó, en 1914, "Presidente Roque Sáenz Peña". Con profesores de la talla de Hipólito Irigoyen, Eduardo Holmberg y Otto Krause, entre otros, esta Escuela que fue cuna del normalismo, ha conservado hasta la actualidad su prestigio para la formación de docentes. En 1880, el arquitecto Ernesto Bunge proyectó el edificio primitivo según la tipología de claustro característica de la arquitectura educacional de la época, con una planta simétrica que ocupaba toda la manzana. En virtud de una reforma integral de la institución, el edificio fue parcialmente demolido en 1974, y sólo se conservan en su estado original la fachada sobre Avenida Córdoba y dos sectores de los frentes sobre las calles Riobamba y Ayacucho. Concebido dentro de la corriente ecléctica, el diseño refleja influencias neogóticas de vertiente alemana en sus pináculos, ojivas y muros almenados. La fachada principal muestra una puerta de acceso de madera de cedro, ornamentada con rosetones de hierro.